9 de abril de 2009

Cómo diseñar y distribuir el espacio en un loft

A la hora de convertir un local en un loft es fundamental analizar la estructura para decidir así la distribución.
Hay que tener en cuenta distintos aspecto para determinar la zona más adecuada de cada espacio del loft ya que teniendo en cuenta que no hay barreras arquitectónicas que diferencien los espacios, esto puede ser algo complejo y debemos hacerlo con calma. Como norma general se deben respetar ciertos elementos originales del loft como columnas o ventanales para conservar la esencia del local.
Y en todo momento se debe respetar el espacio libre de obstáculos, para esto es fundamental olvidarnos de las divisiones tradicionales del espacio del hogar.
No debería existir en un loft un espacio concreto para una actividad, lo ideal es que sean espacios versátiles y abiertos a muchas posibilidades. Aunque en ocasiones, se puede dividir el espacio cuando así lo requieren nuestras necesidades, una forma de hacerlo sin estropear el concepto del loft y, por tanto, sin perder amplitud, son distintas las alturas tanto en suelo como en techo.
También se puede hacer uso de paneles acristalados para separar espacios sin necesidad de usar paredes.
Sin lugar a dudas, aprovechar la altura de los techos para crear un altillo y optimizar así el espacio disponible es una forma original de ganar espacio y diferenciar zonas.
La iluminación en el loft juega un papel importante, ya que no sólo aporta luz, sino que también crea espacios, sin ocupar ni un centímetros en una vivienda sin muros.
La intensidad y el tipo de luz recrea diferentes atmósferas, más calidas y suaves en las zonas de descanso, luz general para los espacios de reunión, etcétera. El objetivo de cualquier proyecto es potenciar la luz natural, pero hay que tamizarla si resulta excesiva.