Los rojos por ejemplo, pasionales, los blancos, tranquilidad, serenidad, como los pastel, y así podríamos seguir hasta acabar con el círculo cromático, de hecho es lo que vamos a hacer ahora, ya que es un tema del que sólo habíamos hablado muy por encima.

Vamos a empezar por el blanco roto, un color muy de moda y que nos permite a la hora de hablar de decoración tomar lo mejor del blanco sin quedarnos con su frialdad.

Además en su vertiente blanco roto, así como en otros tipos de blanco, como el color lino, da un cierto aire natural que te ayudará a transmitir paz y tranquilidad.
Pero sigamos con otros colores, es el turno ahora de otro de los colores claros, el beige, así llevaremos un orden.
Se trata de un color con muchas variantes, pero vamos a hablar de la más clara, la que forma el beige milán, cercano al amarillo pálido, con un toque de marrón.
Es el color que podemos encontrar en las playas y desiertos, por lo que suele dar sensación de calidez, además d eun toque natural y relajante para cualquier estancia (siempre prestando mucha atención a los colores que vayamos a elegir para acompañarlo).
Además, igual que el blanco, al tratarse de un color claro, permite que nuestra vista descanse sobre él lo que nos da sensación de confort, y al tratarse de un color luminoso y que refleja la luz nos da sensación de limpieza.
Quedan muchos más colores de los que hablar pero seguiremos con ellos mañana para poder entrar en todos en profundidad. Como siempre os digo, un poquito de paciencia.

Se trata de un color muy estimulante, que nos aporta energía, y calor. Es capaz de dar vitalidad a las habitaciones más apagadas y calor a los ambientes más fríos.
Es perfecto para los ambientes más jóvenes y divertidos onde transmitirá, mucha alegría, optimismo, familiaridad y confianza.
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