Si cuando abres la puerta del frigorífico aparece antes tus ojos una visión del caos más absoluto, ha llegado el momento de tomar cartas en el asunto. Tendrás que proponerte, sin dejar pasar ni un día más, poner tu nevera en orden. Y para ello has de tener claras algunas pautas, sencillas pero importantes. Mantener la nevera en orden será el primer paso para renovar por completo tu cocina.
¿Tu nevera necesita un buen repaso? Pues ponte manos a la obra. Lo primero que tienes que hacer es vaciarla por completo. Ve sacando todo lo que hay dentro, y tirando todo lo que pueda estar en mal estado (o tenga una apariencia dudosa). También tendrás que deshacerte de todo lo que esté caducado.
Poner tu nevera en orden no solo te servirá para que tus alimentos se conserven mucho mejor, sino que es una manera efectiva de ahorrar ya que, por un lado, no tirarás productos que se estropeen y, por otro, harás la compra de forma más certera, ya que sabrás en todo momento qué tienes y qué hace falta comprar (cosa que ahora es complicada…).
Para poner tu nevera en orden, primero límpiala a fondo
Una vez hayas vaciado totalmente la nevera, retira todos los elementos extraíbles que tenga, desde los cajones hasta las repisas, rejillas, etc. Limpia todos los elementos y sécalos.
Ahora limpia el interior a fondo. Para hacerlo puedes usar un desinfectante especial para neveras. Se trata de un detergente que se aplica y se deja actuar unos 30 segundos antes de aclararlo. Si lo prefieres, también puedes limpiar todo el interior con una solución de agua jabonosa, insistiendo en las paredes interiores y en la puerta por la parte de dentro. No te olvides de repasar las juntas de goma de las puertas, ya que pueden estropearse si no lo haces.
El orden, según la temperatura
Una vez tu nevera esté bien limpia y seca, llega el momento de introducir los alimentos. Eso sí, de nada serviría que los volviésemos a introducir a lo loco, como estaba antes. Aprovecha para organizar todos los alimentos por zonas y colócalos en función de las necesidades de frío de cada producto.
La temperatura de la nevera no es uniforme en todo el interior. La recomendación es que esté entre 1 y 4º C en la parte de refrigerador, y en 18º C en el congelador, pero también hay que tener en cuenta que la posición de las baldas afecta al frío.
Las partes más frías de la nevera son las baldas inferiores mientras que las superiores son más cálidas. Según el frío que necesite cada cosa será mejor colocarla en una parte o en otra.
Como norma general, entre las cosas que no debes hacer al usar la nevera, es importante no atiborrarla de cosas, porque no enfriará igual. No debes pegar mucho los alimentos entre sí ni tampoco a las paredes interiores, para permitir que circule el aire.
¿Qué colocar en cada zona de la nevera?
Como la superior es la zona de la nevera en la que la temperatura es ligeramente mayor, allí puedes guardar los alimentos ya cocinados, que no necesitan tanto frío para conservarse. Eso sí, hazlo en recipientes de cristal o de plástico (libres de BPA) aptos para el microondas y para el congelador. También los lácteos, desde yogures, postres, quesos, etc.
En la zona inferior, más fría, se pueden colocar los alimentos frescos crudos, como la carne y el pescado (guárdalo todo en recipientes tapados para evitar la contaminación cruzada). En los cajones de la nevera hay que poner los vegetales, las verduras y las frutas. También puedes poner en esta balda inferior del frigorífico los refrescos y otras bebidas para que se conserven más fríos.
¿Y en la puerta?
Aunque nos parecen huecos muy prácticos para guardar muchas cosas, los estantes de la puerta de la nevera son el lugar menos frío de todo el electrodoméstico. En ellos hay que colocar bebidas, salsas, la leche, etc.
En la puerta de la nevera hay un accesorio para colocar los huevos. Sin embargo son muchos los que dicen que lo mejor es guardar los huevos en el interior de la nevera,
El congelador, también a punto
Una nevera en orden pasa por un tener un congelador organizado. Reserva un cajón para el pan y los helados, si los compras. En otro cajón conservarás la comida preparada y en otro las materias primas crudas.
Congela siempre después de hacer la compra, y trata de hacer porciones pequeñas (así cuando lo necesites no tendrás que descongelar demasiada comida). Utiliza siempre recipientes de cierre hermético, ya que así los alimentos no se resecan con el frío directo.
Una nevera en orden pasa por un tener un congelador organizado. Reserva un cajón para el pan y los helados, si los compras. En otro cajón conservarás la comida preparada y en otro las materias primas crudas.
Congela siempre después de hacer la compra, y trata de hacer porciones pequeñas (así cuando lo necesites no tendrás que descongelar demasiada comida). Utiliza siempre recipientes de cierre hermético, ya que así los alimentos no se resecan con el frío directo.
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