12 de agosto de 2020

Reusar, reciclar y reducir: la regla de las 3 R para un estilo de vida sostenible

Si hay algo que todos hemos de tener claro en la actualidad es la importancia de cuidar el medio ambiente. Y eso significa ahorrar, reducir y consumir de forma inteligente. En el siglo XXI no podemos permitirnos el lujo de despilfarrar los recursos, por lo que te proponemos hacer tuya la regla de las 3 R. ¿Sabes en qué consiste?

Seguro que si te preocupa el futuro del planeta ya habrás oído hablar de la regla de las 3 R. Se trata de una norma, formulada por la organización Greenpeace, que se basa en tres palabras mágicas, desde el punto de vista de la sostenibilidad: reusar, reciclar y reducir. El objetivo no es otro que tratar de reducir al máximo los residuos del medio ambiente para tratar de evitar que el mundo se llene de basura.

Y, aunque esta norma ecológica y sostenible ha de ser implantada en la sociedad desde un punto de vista colectivo, hay muchas cosas que tú puedes hacer para tratar de llevarla a la práctica en casa. Descubre cómo puedes hacerla tuya para lograr un estilo de vida más sostenible.

Reusar: uno de los puntos de la regla de las 3 R
reutilizar

Es la primera clave de la regla de las 3 R y, tal como indica la propia palabra, consiste en darle una nueva vida a los objetos usados cuando ya nos parece que han perdido la función para la que fueron fabricados. Si, en lugar de tirarlos a la basura, pensamos cómo podemos seguir usándolos, seguro que somos capaces de alargar su vida útil.

No tires tus cosas sin más y piensa cómo reusarlas. Puedes pensar en nuevas aplicaciones para los tarros de plástico o para las cajas de cartón. Aprovecha al máximo las hojas de papel escribiendo por ambas caras, y dale nuevos usos a esos enseres que estás pensando en descartar de tu vida. Los muebles, por ejemplo, tienen una larga vida por delante. Si tu mesita auxiliar ya no te convence, igual puedes usarla como mesilla de noche, ¿qué te parece?

Otra idea para reusar surge cuando llega el momento de hacer el cambio de ropa en el armario. No tires la ropa que ya no usas; mejor dónala a alguna ONG para que pueda seguir sirviendo a alguien.

Como ves, siempre es posible reusar las cosas que no estén deterioradas, aunque a veces nos cueste ver de qué forma podemos hacerlo. Esta tarea es un aliciente para desarrollar la creatividad.

Reciclar: una transformación sostenible

reciclaje


Consiste en tratar los residuos que generamos de la manera adecuada para conseguir transformarlos (al menos algunos de ellos) en objetos o materiales nuevos, con mucha más vida útil. De esta forma, lo que en un principio era solamente basura se convierte en nuevos objetos listos para utilizar. Es el caso de los envases, del papel usado o de las botellas de cristal.

Reciclar es una de esas tareas en las que es necesaria la colaboración de todos. Es cierto que se necesitan plantas de reciclaje que transformen los residuos en nuevas cosas, pero tú también puedes poner de tu parte, separando la basura doméstica en función de si es orgánica o no, si se trata de envases o botellas de cristal, etc.

Una buena idea consiste en organizar bien la zona de reciclaje. De esta forma la tarea cotidiana de separar la basura te costará mucho menos, y observarás mejor la regla de las 3 R. Busca el rincón adecuado e instala contenedores. Si el espacio escasea, mejor elige cubos pequeños y opta por un modelo con tapa (para mantener la zona más ordenada). Ya sabes que necesitarás un cubo para la basura orgánica, un contenedor amarillo para envases, uno verde para el vidrio y otro azul para papel y cartón.

Otra idea para reciclar es convertir los residuos orgánicos en compost o abono para el jardín y las plantas de la terraza. Para ello necesitas un compostador, que no es otra cosa que una caja en la que los residuos orgánicos se descomponen hasta convertirse en abono.

Reducir: la tercera clave
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Es la tercera pata en la que se apoya la regla de las 3 R, aunque no por ello la menos importante. De hecho, yo diría que encierra uno de los secretos de la sostenibilidad del ecosistema. Y es lógico: aunque está muy bien reusar las cosas y reciclar los residuos, lo mejor es reducir el consumo de todo lo que no nos hace falta de verdad.

Reducir es el objetivo de la regla de las 3 R: que todos tengamos la necesidad de comprar menos cosas, menos productos innecesarios que realmente no nos aportan nada importante.

Sin embargo, no voy a negar que esto es bastante difícil, en la sociedad en la que vivimos, dominada por el consumismo. Pero siempre es buen idea intentarlo en la medida de cada uno.

Otras formas de reducir son tratar de apostar por el comercio de proximidad y comprar productos hechos cerca de tu casa para eliminar al máximo los gastos de transporte. Olvídate de los productos de usar y tirar, reduce en casa el consumo energético e intenta ahorrar agua.

Si todos nos unimos y seguimos la regla de las 3 R, estaremos trabajando por un mundo mejor.


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